Por Kate A. Spreckley
Traducción: Margarita López
Edición: El Manantial del Caduceo
www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
Rendirse, entrega y sacrificio, estos son los atributos clave capaces de describir nuestra actual fase de crecimiento y desarrollo evolutivo. Conforme la ilusión de nuestra realidad cotidiana se desenreda, es esencial que ahora SEAMOS los Trabajadores de la Luz y activemos dentro de nosotros el puente de luz arco iris que se necesita entre los mundos.
Como Seres Humanos, se nos ha dado a cada uno dones raros y sagrados que deben ser utilizados para elevar el Alma y para avanzar en el proceso evolutivo. Estos dones especiales están ahora despertando en nuestros Corazones y la memoria de nuestra sabiduría y conocimiento interior se está activando. Se nos pide que aprovechemos nuestra Canción de Creación y nos permitamos despertar a nuestro lenguaje original, el lenguaje del amor y la luz.
Dentro del Amor y Luz encarnados por todas y cada cosa viviente, radica nuestra Canción de Creación – el conocimiento de la evolución de la Tierra y la conciencia de lo sagrado de toda vida. Al abrazar este conocimiento somos capaces de descubrir nuestros orígenes y acceder a nuestro destino, como está codificado en nuestro ADN. A medida que reconectamos con nuestros antiguos orígenes, el flujo de energía se moverá a través de nuestro ADN activando nuestros registros personales y permitiéndonos fluir con facilidad hacia nuestro destino, despertando la memoria de nuestro singular propósito y razón de ser.
Nuestro verdadero sendero hacia la Luz y el Amor de nuestro Creador, el Gran Espíritu, se está revelando. El sendero no es fácil, pero es hermoso y nos regala la habilidad de conectar con el constante y siempre fluido amor y luz del Creador, ayudándonos a movernos con gracia y facilidad a través de estos difíciles y oscuros momentos en el tiempo.
Si seguimos nuestro Corazón durante nuestros tiempos de crisis y caos, podemos sentirnos seguros en nuestro sendero, libres de nuestros miedos, y podemos mantener la claridad mientras somos desafiados. Estamos en un momento de profunda restauración y renacimiento y tenemos que descubrir a qué nos estamos aferrando y dejarlo ir. Los miedos y la necesidad de control han dominado nuestro mundo y ya es hora de perdonarnos a nosotros mismos y hacer lo que haga falta para cambiar las cosas.
La información codificada almacenada en nuestras células está siendo liberada, permitiendo que nuestros centros de energía se abran por completo y permitiendo una alineación de nuestros cuerpos Espiritual, Mental, Emocional y Físico. Oleadas de energía sanadora están aumentando nuestra sensibilidad e inculcando sentimientos de paz, haciendo posible que nuestros dones sagrados nazcan en el reino de nuestro plano Terrenal.
A través de esta mayor sensibilidad somos capaces de acceder al poder de nuestra voluntad superior e iniciarla en todo lo que decimos y hacemos. Nuestro poder contiene nuestra fuerza y es nuestro valor. Al utilizar nuestro poder superior encarnamos los valores principales del amor, existiendo así dentro de los límites del equilibrio y auto-respeto.
Estamos experimentando una crisis en nuestro orden existente, porque hemos diseñado un sistema conformista y creado un modo de vida fijo. En esta crisis se nos ofrece una lección importante en cuidados y seguridad. Si vemos el mundo desde una perspectiva superior, podemos reconocer que las viejas formas de organización y estructura no son sino un reflejo de nuestros propios patrones de comportamiento y hábitos solidificados.
Debemos mirar con cuidado aquello que anteriormente hemos reclamado como nuestro patrimonio y los apegos y creencias que mantenemos. Como administradores de nuestra Tierra se espera que utilicemos el poder de la naturaleza para el bien, respetemos el mundo natural y caminemos un sendero de equilibrio. La naturaleza es nuestra guía y nos ayudará a crear una visión de un nuevo mundo donde honramos y respetamos toda vida, logrando un equilibrio entre nuestros Corazones y nuestras mentes.
La Luz se está congregando y manifestando sobre nuestra Tierra, haciendo surgir la luz Espiritual y la unidad de toda la creación, contenida en la más difícil de las energías. Un equilibrio de energía se está produciendo, permitiendo la libertad de la opresión pasada y las estructuras patriarcales. La falsa idea de separación entre nuestra conciencia y nuestra evolución Espiritual se está disolviendo y se nos está ofreciendo la oportunidad de aceptar y conocer conscientemente nuestra Divinidad innata.
En este radical salto de conciencia, nuestro sentido de identidad está pasando de ser motivados por el miedo y el instinto para la supervivencia física, a ser motivados por el amor incondicional y gran sabiduría. Se nos invita a abrir los velos de ilusión y liberarnos de las viejas limitaciones del miedo, culpa, vergüenza, duda y negación. Se nos ofrece la verdadera liberación en todos los niveles, lo que nos permitirá levantarnos y reclamar nuestro verdadero patrimonio.
Es un momento de celebración pues los misterios de la vida están empezando un nuevo ciclo. El cordón energético que nos une a nuestra Madre Tierra se está fortaleciendo, permitiendo que mayores frecuencias de luz Espiritual fluyan a través de nuestro cuerpo físico y, por tanto, hacia nuestro mundo.
Estamos entrando en la Era de la Luz y el proceso y objetivo de nuestro crecimiento espiritual es llevar la vibración de la materia física a resonar con la vibración del Espíritu. Debemos enfocarnos en convertirnos en un canal para la Luz y el Amor de nuestro Creador y manifestar esa Luz y Amor en el reino físico a través de nuestros pensamientos, acciones, palabras y hechos. Es a través de nosotros que la Era de la Luz va a nacer en nuestro mundo y con esta conciencia debemos expresar la Luz y Amor de nuestro Creador a través de todo lo que decimos y hacemos.
A medida que nuestra nueva vida despliega una corriente de pura energía sanadora, está generando una restauración y sanación de nuestras células y creando un vínculo directo con la estructura energética de nuestro ADN, permitiéndonos descifrar los misterios contenidos en él. Nuestra rápida sanación, procesamiento e integración de nuestras memorias celulares está creando claridad por dentro. Nuestros corazones, mentes y cuerpos están siendo purificados de aquello que ha traído mucho sufrimiento a nuestra Alma. Nuestra evolución personal está siendo acelerada, permitiendo que caigan viejos patrones de adicción, apego y abuso. Nuestros hábitos negativos y auto-destructivos están siendo eliminados y las elecciones que hacemos ahora pueden llevarnos al núcleo de la auto-realización o pueden dejarnos casi intactos.
Nuestra creencia en la ilusión de la separación ha causado nuestros desequilibrios y al aceptar el Amor de nuestro Creador en nuestras vidas podemos sanar y llevar nuestros cuerpos de regreso en alineación con la Luz. La luz está permitiendo una renovada claridad y está disipando toda oscuridad que ha estado envolviendo nuestras vidas. Estamos en el centro perfecto donde las fuerzas armoniosas del Universo están combinando e irradiando la luz dorada de la conciencia a través de toda la Creación. Se nos invita a movernos con y entrar en este flujo de conciencia, permitiendo al Creador que encienda la llama de unicidad dentro de nuestros Corazones.
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